Las botellas de agua y de refrescos que tenéis en casa son las que se fabrican con un plástico denominado PET, del inglés PolyEthylene Teraphtalate, traducido en castellano, Tereftalato de polietileno.
Además, este plástico es más resistente que el PLA y el ABS, es compatible para ser utilizado para crear productos que estén en contacto con alimentos.